Retinopatía del prematuro

La Retinopatía del Prematuro (ROP, por sus siglas en inglés) es una enfermedad ocular provocada por una alteración de la formación los vasos de la retina, que puede alterar su desarrollo normal y producir la pérdida total o parcial de la visión. No presenta signos ni síntomas y es la principal causa de ceguera en la infancia, tanto en los países de alto ingreso como en aquellos de medio y medio/alto ingreso, como Argentina. Afecta a niños prematuros y especialmente a aquellos de bajo peso y/o menores de 32 semanas de edad gestacional. Sin embargo, puede presentarse también en prematuros de mayor peso y edad, los que se denominan “casos inusuales”. Se presenta en bebes con evolución al nacer complicada por factores de riesgo tales como, falta de maduración pulmonar con corticoides prenatales, restricción del crecimiento intrauterino, desnutrición postnatal, sepsis, transfusiones sanguíneas o administración de oxígeno inadecuadamente controlado, siendo este último el principal factor de riesgo.

En la mayoría de los casos puede prevenirse en Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN) que cuenten con infraestructura adecuada y personal suficiente y capacitado que realice un correcto manejo de conductas perinatales y que controle los factores de riesgo mencionados (prevención primaria).

El diagnóstico oftalmológico en el momento adecuado a través de la realización del fondo de ojos dentro del primer mes de vida y el tratamiento oportuno mejoran el pronóstico visual de los niños con diagnóstico de ROP (prevención secundaria).

Finalmente, los niños que curan con secuelas (baja visión o ceguera) deben acceder tempranamente a programas de rehabilitación que faciliten su inserción social (prevención terciaria).

Sin prevención, diagnóstico oportuno y tratamiento adecuado, la enfermedad presentará tres evoluciones posibles: remisión espontánea; disminución de la agudeza visual por cicatrices retinianas diagnosticadas en controles oftalmológicos de la niñez; ceguera o disminución grave de la visión ante la presencia de un desprendimiento total o parcial de la retina.

Tratamiento ROP

Siempre que sea necesario intervenir al paciente debido a la mala evolución o al mal pronóstico, el oftalmólogo pediátrico entrenado puede elegir una o más de las siguientes opciones de tratamiento:

  • Láser
  • Tratamiento de congelación (crioterapia)
  • Inyecciones de medicamento en el ojo

En el primer tratamiento, el oftalmólogo quema el borde de la retina con un láser especialmente diseñado. Para el tratamiento de congelación (crioterapia), el cirujano destruye parte de la retina con un instrumento a temperatura de congelación. Ambos tratamientos se realizan en secciones muy específicas de la retina para intentar detener el crecimiento anormal de los vasos sanguíneos.

También es posible realizar inyecciones de medicamentos en el ojo para detener el crecimiento de los vasos sanguíneos no deseados con muy buenos resultados en la actualidad.

Situación en nuestro país

En Argentina nacen alrededor de 750.000 niños por año, 55% en instituciones del sector público y 45% del sector privado y de la seguridad social. Del total de nacimientos, el 10% son prematuros (75.000). De este grupo, una tercera parte presentarán factores de riesgo para ROP (25.000), entre los que se incluyen los nacidos con un peso menor de 1500 g (1,1% del total de nacimientos: 8.250) que son los que presentan riesgos más elevados.

La situación descripta impulsó la creación del Grupo Colaborativo Multicéntrico de Prevención de la Ceguera en la Infancia-Grupo ROP constituido por médicos neonatólogos, oftalmólogos y enfermeras. El mismo tiene como objetivos realizar un diagnóstico actualizado de la situación de la ROP en el país; analizar los determinantes de los casos graves de ROP; formular recomendaciones de estrategias e intervenciones; organizar un programa piloto de intervención en el sector público para disminuir en un 50% los casos graves de ROP y realizar diagnósticos de situación periódicos para reformular recomendaciones.

En el año 2007 es sancionada la Ley Nacional Nº 26.279 “Régimen para la detección y posterior tratamiento de determinadas patologías del recién nacidos”, que hace obligatoria la realización del fondo de ojos dentro del primer mes de vida.

En los últimos 10 años, los casos graves de ROP han disminuido un 40% a nivel nacional. Por otra parte, el porcentaje de niños ciegos o disminuidos visuales por esta enfermedad matriculados en las Escuelas de Educación Especial se redujo en el mismo plazo del 50% al 27 %. No obstante, todavía el 30% de los prematuros nacidos con menos de 1.500 gr. de peso presentan actualmente algún grado de ROP y el 9% de ellos requieren tratamiento. Es por esta razón que es importante recalcar la importancia del trabajo en conjunto que deben llevar a cabo obstetras, pediatras, oftalmólogos y todo el personal de salud ligado a la atención del recién nacidos de alto riesgo, así como también brindar información a los padres y a la sociedad en general con el fin de prevenir, diagnosticar y tratar a tiempo esta patología y así evitar consecuencias visuales permanentes en los más pequeños.

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